Tres preguntas que deberíamos estar haciendo sobre la inteligencia artificial

Sí, tenemos que seguir hablando sobre inteligencia artificial. Yo sé que hay muchas cosas más de las que tendríamos que estar hablando también, pero está pasando tanto en este espacio y tan rápido que es difícil mantenerse al día con la conversación. Ahora que la conversación alrededor de los algoritmos generativos ha trascendido la esfera nerd y ha entrado a los medios masivos, el nivel de humo y confusión que se genera es bastante difícil de controlar. Y por eso tenemos que seguir hablando sobre inteligencia artificial: para distinguir la señal del ruido y hacer un esfuerzo por escoger cuáles son las preguntas realmente importantes.

La principal razón por la que esto está ocurriendo es la velocidad a la que están evolucionando estas tecnologías: en tan solo pocos meses la inteligencia artificial generativa está alcanzando niveles de desarrollo realmente sorprendentes. Para mí la mejor manera de ilustrarlo es justamente con ilustraciones: si tomamos como ejemplo las imágenes generadas por Midjourney y utilizamos el mismo prompt con las diferentes versiones sucesivas del algoritmo, podemos ver fácilmente lo rápido que ha evolucionado la tecnología:

Es esta velocidad de transformación y el impacto y entusiasmo casi inmediato que estamos viendo que está llevando a muchas personas a todo tipo de reacciones extrañas. Pero la que se lleva el premio en estos días es la carta abierta de un grupo de investigadores y emprendedores pidiendo una moratoria de seis meses sobre el desarrollo de nuevos modelos de lenguaje, para que “podamos tener la confianza de que sus efectos serán positivos y sus riesgos serán manejables”.

Hay muchos, muchos problemas con esta carta. Empezando por que la organización que empezó a circularla es parte de un movimiento (poco) conocido como el largoplacismo, conectado a una serie de ideas alrededor de la supervivencia a largo plazo de la humanidad pero también con diferentes formas de eugenesia, transhumanismo, y una forma extraña de superioridad patrimonial o algo así como que los-billonarios-nos-mostrarán-el-camino. Gracioso, pero no gracioso de divertido, sino gracioso de raro.

Pero en fin, el problema más inmediato es que no queda claro cómo la pausa de seis meses que proponen resolvería ninguno de los problemas por los que afirman estar preocupados, y sobre todo que no responde a ninguno de los problemas realmente existentes, hoy mismo, a los que tendríamos que estarles prestando atención. En lugar de buscar parar la máquina para conversar sobre riesgos importantes pero imaginarios, tenemos que encontrar la manera de responder a desafíos reales e inmediatos sobre la marcha.

Así que pensando en eso, en la historia de hoy quiero detenerme brevemente (LOL, todos sabemos que no será breve) en tres de esos desafíos reales e inmediatos sobre los que tenemos que tener conversaciones difíciles, abiertas y transversales ya: la nueva transformación algorítmica de las organizaciones, el impacto de la IA generativa en nuestros trabajos, y la manera como contribuirá inevitablemente a agravar brechas existentes. ¡Empecemos!